Desactivar precarga

Blog

Compartimentalizar para Cultivar Paz Mental

A veces, nos encontramos completamente desbordad@s por todo lo que llevamos en la cabeza: proyectos, preocupaciones, asuntos pendientes, cosas que organizar, tareas del día… En mi caso, también, varias clases que preparar.

Cuando intentamos observar todo esto junto, sin filtro, puede parecer una montaña imposible de escalar. Nos sentimos paralizad@s, sin saber por dónde empezar. Esta sobrecarga mental puede provocar ansiedad, estrés, e incluso bloquearnos.

En momentos así, tal vez podamos hacernos unas preguntas sencillas pero reveladoras:

¿Tengo que hacerlo todo?

¿Tengo que hacerlo todo a la vez?

Muchas veces, la respuesta a la primera pregunta puede ser “sí”. Pero la respuesta a la segunda es un rotundo no.

No tienes que hacerlo todo al mismo tiempo. Y tampoco tienes que permitir que tu mente intente contemplarlo todo a la vez.

Una técnica sencilla: poner las cosas en cajas

Algo que a mí me ayuda mucho, y que te invito a probar, es la técnica de “poner las cosas en cajas”.

Imagina que cada preocupación, cada tarea pendiente, cada asunto sin resolver… puede colocarse en su propia caja. Las vas ordenando una a una. Luego, cierras las cajas. Y eliges en qué orden vas a abrirlas. Solo una a la vez. Sin mirar a las demás.

Esto es un ejercicio de enfoque. Entrenamos a la mente a afrontar una cosa cada vez, en lugar de verse abrumada por el todo. Siguiendo tu orden, tu ritmo y tu agenda, verás cómo todo se vuelve más sencillo, más fluido. Las tareas dejan de parecer montañas, y paso a paso, todo encuentra su lugar.

Un ejemplo real

En mi semana, las clases se suceden: presenciales, online, en distintos espacios, cursos de formación… Y, por suerte, alguna que otra actividad de ocio.

A veces, ya desde el fin de semana, mi mente empieza a agitarse: “No has preparado esa clase”, “tienes exámenes sin corregir”, “no terminaste la tarea del curso”…

Cuando noto esa inquietud, me detengo. Respiro profundamente. Me doy unos minutos para observar qué preocupa realmente a mi mente. Si son muchas cosas, tomo mi agenda (real o imaginaria) y empiezo a organizar: a cada tarea le pongo un día, una hora, un momento específico.

Una vez hecho esto, vuelvo a mí. Respiro. Me conecto de nuevo con mi interior y le comunico a mi mente: todo está organizado, cada cosa tendrá su momento. Pero ese momento no es ahora. Déjalo ir.

El poder está en ti

Cuanto más acostumbramos a la mente a trabajar así, más se vuelve un hábito natural. Esto nos aporta paz mental, serenidad, y también un sentido de responsabilidad.

Porque no se trata de huir de lo que nos incomoda o de las tareas que preferiríamos evitar. Se trata de no dejar que la preocupación tome el control. Se trata de responsabilizarnos, pero sin perdernos en el caos mental.

Tenemos el poder. Incluso sobre nuestra mente.

Podemos elegir cómo invertir nuestro tiempo. Y también, cuándo y cómo disfrutar de la Paz.

Compartir:

Otras noticias

Subir arriba